Los pilares de mi cuna

Los pilares de mi cuna

De recuerdos están hechos
de mi cuna los pilares
unos, de inmensa alegría
otros, de grandes pesares;
pero todos son recuerdos
y vivirlos preferimos
en este pueblo de Setiles
que es cuna donde nacimos;
¿Como olvidar a una madre
que se acerca con cariño
a la vera de la cuna
donde reposa su niño?
que después de contemplarla
para dejarle dormido
nos rezaba una oración
o algún cuento preferido;
y poniendo un beso en nuestra frente
silenciosa ella se aleja
para que el ángel de su guarda
su dulce sueño proteja.

Pero cuando ya fui grande
y de mi cuna volé,
igual que una golondrina
para cada año volver,
los recuerdos de mi cuna
conmigo me los llevé.

¿Quien al llegar a su pueblo
al pueblo donde es nacido
al pasar el cementerio
no recuerda un ser querido?
que allí reposan los restos
de aquel conquine fue feliz
esperando llegue el día
para volverse a unir.

¿Quien no recuerda todo el año
la torre del campanario
con su iglesia tan bonita
a su Virgen del Rosario?
a esa pila del bautismo
donde fuimos bautizados
y muchos hasta llegamos
también allí el ser casados;
y al pasar por el reloj
quién no vuelve la mirada
y le contempla su torre
toda de hierro forjada,
sin ninguna soldadura
sólo clavos remachada,
que en el alto de su cima
un gallo siempre está alerta
indicándonos el viento
que nos sirve de veleta,
¿Cuantas veces yo he subido
y he puesto un ramo en su cresta?
y ha repicado la campana
como en señal de arrebato
por un niño; o un pastor que se ha perdido
o en señal de fuego ingrato

Y si vamos al frontón
con sus juegos de pelota
gente cantando y bailando
el chiquillo que alborota;
las teas ardiendo en la almenara
que aqui empezaba la fiesta
y una bandera en mis manos
bandeándola al compás de la orquesta,
y de planes amorosos
aquí se hacían por cientos
unos, se formalizaban
otros, servían de cuentos
parejas de enamorados
por calles y calejones
contándose sus secretos
con verdaderas pasiones.
Todos eramos felices
con muy escaso dinero
pero en este día todos
estrenábamos; nuestro trajecito nuevo.

Y de las fuentes del pueblo
¿Quien no guarda en su memoria
esos ratos de placer
esperando alli a su novia?
para darle de beber
de ese amor que sabe a gloria,
y aunque vivo en Sabadell
pero en Setiles nací
y las jotas que yo canto
de niño las aprendí,
porque mi madre en la cuna
las cantaba para mí.
Los recuerdos de mi cuna
casi son innumerables
unos de inmensa alegría
otros, de grandes pesares;
pero todos los recuerdos
y vivirlos preferimos
en este pueblo de Setiles
que es cuna donde nacimos.

Secundino Pérez